Equipo Médico de Wortix
¿Alguna vez has conocido a una persona infectada con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)? Realmente gran parte de la población mundial ha sido afectada por el VIH, y tenemos el deber de estar bien informados para evitar prejuicios falsos hacia estas personas. Lo primero que queremos es explicarte que el VIH es un virus que causa una enfermedad potencialmente muy grave ya que, disminuye el sistema inmunitario de las personas, lo que hace que éstos se vuelvan incapaces de defenderse de bacterias, virus, hongos, parásitos y otras enfermedades que existen en nuestro entorno.
La buena noticia es que desde el año 1987 se conocen varios medicamentos que tienen la capacidad de “neutralizar” el virus y disminuir sus efectos al mínimo, hasta el punto en que las personas con VIH actualmente, son capaces de llevar una vida normal si siguen el tratamiento al pie de la letra. Todos estos medicamentos se conocen con el nombre de “antiretrovirales”
Antes de comentar una serie de mitos y realidades que rondan alrededor de este tema, es importante que sepas que la evaluación de una persona con VIH debe ser integral, tanto el medico infectólogo que será el encargado de colocarle el tratamiento ideal, como un psicólogo para asistir a terapia de manera rutinaria y también terapia familiar, para que cada vez se entienda que esto lejos de ser un “estigma” es una enfermedad que debemos tratar adecuadamente y no juzgar en ningún momento. Para comprender mejor este tema, te traigo a continuación una serie de mitos y realidades entorno al VIH:
MITOS
- El VIH lo adquieren sólo personas homosexuales: ¡Completamente falso! Es cierto que los hombres homosexuales tienen mayor riesgo debido a micro-traumatismos que se generan cuando mantienen relaciones sexuales, lo que implica mayor superficie de contacto. Sin embargo, cualquier mujer u hombre puede infectarse con VIH si NO utiliza métodos de barrera (preservativo o condón) mientras mantiene relaciones sexuales.
- Si tienes relaciones orales, no contraes VIH: ¡Completamente falso!
- Si te pica un zancudo o mosquito que antes ha picado a una persona con VIH, te puede transmitir el virus: ¡Completamente falso!
- Si compartes el baño con una persona que tiene VIH puedes adquirir la infección: ¡Completamente falso! Las únicas manera de infectarte con VIH son: relaciones sexuales (orales, anales y vaginales) sin protección con métodos de barrera (preservativo), al compartir jeringas o agujas contaminadas para administrarse drogas u otros elementos via endovenosa. Al recibir una transfusión sanguínea que no haya cumplido con las normativas de descarte de enfermedades. E incluso, una madre infectada puede transmitir el VIH durante el embarazo, el parto o a través de la lactancia materna.
- Si te diagnostican con VIH, te están sentenciando a morir: ¡Completamente falso! A pesar de no tener una “cura” por completo, actualmente si seguimos el tratamiento con medicamentos antiretrovirales de la manera prescrita, se disminuirán al mínimo las complicaciones y podrás llevar una vida prácticamente normal.
- Cuando te contagias con VIH presentas signos y síntomas evidentes: ¡Completamente falso! Hasta el 50% de las personas no presentan ningún tipo de síntoma en las fases iniciales, y el otro 50% presenta síntomas muy inespecíficos (que podrían deberse a cualquier infección). Allí recae la importancia de descartar mediante pruebas sanguíneas la presencia del VIH, si has tenido alguna relación sexual de riesgo con una persona desconocida ó manipulación de jeringas sospechosas.
Realidades:
- Puedes adquirir el virus desde la primera vez que tienes relaciones sexuales sin protección ¡Es cierto!
- El VIH no puede sobrevivir fuera del cuerpo humano: las probabilidades que te infectes con fluidos secos en alguna superficie, son prácticamente nulas. ¡Es cierto!
- La saliva es el único fluido corporal que no es capaz de transmitir el virus. ¡Es cierto!
- El semen y las secreciones vaginales tienen ALTÍSIMA concentración de VIH, cualquiera de éstos fluidos en contacto con las mucosas y heridas abiertas constituye una situación de alto riesgo. ¡Es cierto!
Por último, quiero comentarles que la mejor manera de evitar esta infección es ¡cuidándonos! Y limitando nuestra exposición a factores y situaciones de riesgo. Si te ha quedado alguna duda o simplemente quieres consultarme al respecto, no dudes en agendar una cita conmigo a través de Wortix.